CARLA & SERGIO
Elopement en el Cap de Creus
Una boda íntima viendo el amanecer en el Cap de Creus y navegando en menorquina por la costa de Cadaqués.
CARLA & SERGIO
Elopement en el Cap de Creus
Celebrar un elopement se ha convertido en una opción diferente y única que cada vez más parejas están eligiendo para celebrar su boda de una manera inolvidable. Como fotógrafo de boda es genial poder compartir momentos tan íntimos y ser testigo de algo tan especial. En este post, os voy a enseñar el elopement en Cadaqués de Carla & Sergio, una preciosa boda íntima que tuve el enorme placer de poder fotografiar.
El término elopement significa fuga en inglés y se empezó a usar en la Inglaterra del siglo XVII para hacer referencia a un clásico muy común de la época: las parejas que se fugaban para casarse. Hoy en día, muchas parejas han recuperado el término elopement wedding para celebrar su boda a dúo: solo en la intimidad de los novios.
Y eso es lo que hicieron Carla y Sergio, que decidieron no celebrar su boda de la manera tradicional, con cientos de invitados, y optaron por un elopement solo ellos dos. Y decidieron hacerlo en un lugar con un significado muy especial para ellos dos: El Cap de Creus. Y sí, desde el día en que me confirmaron como fotógrafo de su elopement, sabía que iba a ser algo diferente a todo lo que había hecho como fotógrafo de boda hasta el momento.
El día antes del elopement llegamos a Cadaqués por la tarde y después de tomar alguna cerveza y de cenar pizza nos fuimos a la cama prontito, que al día siguiente tocaba madrugar…
Cuando nos levantamos todavía de noche la pareja se vistió en el apartamento y después fuimos en un coche Mehari hasta el faro del Cap de Creus para llegar justo a la hora de la salida del sol. Una vez allí, simplemente me dediqué a fotografíar a la pareja disfrutando de la soledad y del silencio, de los acantilados, del mar y del paisaje místico y mágico del Cap de Creus.
Después de ver el amanecer fuimos a Port Lligat donde alquilamos una menorquina y navegamos hasta una de las calas de Cadaqués donde la pareja se intercambio los votos y los anillos mecidos por las olas del Mediterráneo. También hubo tiempo para brindar y beber cava antes de volver a tierra!
Ya de vuelta, atracamos la barca en Cadaqués para dar un paseo por las bonitas calles del pueblo. En ese momento, el sol ya brillaba con la intensidad media de un día de septiembre; algo que me permitió captar a los novios guapos, alegres y distendidos bajo la mágica luz de Cadaqués.