Carly y Chris son una pareja de origen británico que buscaba un estilo relajado para celebrar su boda mediterránea en España. La idea de su boda perfecta: pasar unos días de desconexión rodeados de sus  invitados, todos ellos pocos y muy seleccionados, en un entorno sin igual. El lugar perfecto para ello fue Casa Fèlix, una masía rústica típicamente catalana en Olivella, una pequeña localidad situada al lado de la turística Sitges. 

 

Cuando llegué a la masía, Carly y Chris ya llevaban varios días alojados allí con algunos de sus invitados, que gozaban tranquilamente de unos días de relax disfrutando de la piscina, jugando al pingpong, etc. 

 

Cuando llegó el momento de que los novios se prepararan, tanto Chris como Carly se vistieron y arreglaron en la misma masía. Se preparaban para llegar a la ceremonia civil, que se celebró en el mismo patio de la masía, en un día espléndido en el que el sol nos acompañó toda la jornada. Como fotógrafo de boda, agradezco la luz del sol en las bodas mediterráneas al aire libre, que aporta un color especial a las fotos. 

 

Siguiendo la tradición británica, el novio se rodeó de todos sus bestmen (padrinos), que vestían iguales, para esperar a la novia. Carly, también rodeada de todas sus damas de honor, entró del brazo de su padre para encontrarse con Chris. Una vez juntos los novios, empezó una ceremonia muy emotiva, con un toque español que puso el sonido de una guitarra clásica. 

 

Relax, boda y desconexión 

Con los novios ya recién casados, pude captar imágenes que reflejan la emoción del momento. Una Carly eufórica, elevando su ramo de novia silvestre al cielo y un Chris sonriente son la viva imagen de la felicidad. Imágenes que hablan por sí solas, como si quisieran decir: “¡Sí! ¡Lo hicimos!”.

 

Finalizada la ceremonia, llegó el momento de disfrutar del cóctel y del banquete, a cargo del cátering Gau. En ese momento, pude fotografiar a Carly y a Chris ya más relajados, disfrutando de algunos de los rincones y espacios de la casa y  brindando juntos por su boda. Por su parte, los invitados disfrutaron del sol, de la piscina y de todas las comodidades de Casa Félix. El punto álgido culminó con una fiesta amenizada con el saxo Sax on Ara tocando en directo. 

 

Sin duda, esta boda mediterránea en Casa Fèlix fue emotiva, alegre y divertida, gracias también a la organización del equipo de wedding planners Philipa Events, que en todo momento hicieron realidad la boda íntima y relajada que querían los novios. Algo que se transmite a través de la frescura que destilan los novios e invitados en cada una de las fotografías de boda.